Los flujos de capitales hacia las economías emergentes
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Los flujos de capital que se destinan a zonas económicas emergentes (América Latina, sudeste asiático, Europa del este y África) han tenido grandes movimientos de entrada y salida de capitales a lo largo de la historia reciente. Ha sido a partir de la década actual cuando estos movimientos han tenido un protagonismo debido a la mayor integración financiera y económica a escala mundial; además de lo anterior, la crisis provocada en 2008 ha acelerado la volatilidad que se registra en estas corrientes monetarias.
En el artículo del Banco de España "Factores asociados con la volatilidad de los flujos de capital hacia economías emergentes" trata este tema con el objetivo de establecer una relación de causa-efecto entre los movimientos más estables de capitales hacia esas economías y sus condicionantes. Los recursos financieros que llegan a una economía se instrumentan de tres formas distintas:
- Inversión Exterior Directa (IED), que se corresponden con inversiones directas en la economía del país que las recibe, y básicamente consisten en filiales de empresas extranjeras e inversiones inmobiliarias.
- Inversión en cartera, que recoge los flujos que se dirigen a los mercados financieros internos de cada país, o sea inversiones en el mercados de capitales (acciones) y en el mercado de deuda (obligaciones, bonos, pagarés,etc) ya sea privada o pública.
- Flujos bancarios, que encuadra los préstamos y créditos concedidos del exterior a los agentes económicos internos (entidades financieras, empresas industriales y de servicios, familias y administración pública).
Cada una de estas partidas tienen sus propias características y modelos de comportamiento. Además, dichas partidas han tenido una evolución diferente a partir de la década actual por el incremento del comercio mundial, la deslocalización industrial, la desregulación financiera y el desarrollo de los mercados de capitales. Para los países emergentes, estos flujos son de extrema importancia para incrementar su crecimiento económico, estabilizar sus instituciones y mejorar el bienestar de sus ciudadanos. Por ello, necesitan mecanismos para poder estabilizar estos flujos y que no se produzcan episodios como el de la crisis financiera ocurrida en México en el año 1995.