viernes, 30 de abril de 2010

La rentabilidad del oro frente al S&P 500

Como podemos en el gráfico, el oro sigue con su escalada de precios, acaparando un gran interés por parte de los inversores. El 27 de abril ha vuelto a alcanzar máximos históricos de 1172 dólares/onza a pesar de la apreciación del dólar frente al resto de monedas. El metal sigue siendo un valor refugio en tiempos de inestabilidad, y por tanto es lógico que la demanda tire de los precios. Es en 2006 cuando comienza el rally alcista aunque en aquel momento no existía razones de inestabilidad que justificara tal reacción, más bien un exceso de liquidez que generó las burbujas financieras que ya conocemos. 
La situación actual es distinta de la de hace cuatro años, y desde entonces el resto de materias primas han corregido sus precios, no así el oro que después de un descanso tras la caída de Lehman Brothers , continuó con su rally alcista hasta hoy. Actualmente, los inversores siguen nerviosos por las dudas sobre el problema griego, y encima la agencia de calificación Standard and Poors rebajó el martes la calificación de la deuda soberana a BB+, lo que sitúa sus bonos en el primer escalón dentro del grado especulativo o "basura". Existe por tanto un terreno ideal para los agentes especulativos, que han ampliado la órbita de desconfianza a países con problemas económicos importantes, pero no con la gravedad de los del país heleno. 
Si comparamos la cotización del oro frente a una cesta de valores como la del S&P 500, el diferencial de rentabilidad entre ambas inversiones es francamente notoria. Mientras que la cotización del oro se ha revalorizado más de un 300% en ocho años, la del índice S&P 500 sólo ha crecido un 4%. Además, podemos comprobar que el interés de los inversores sigue siendo alta como se observa en el gráfico de posiciones abiertas. La tendencia de fondo de las cotizaciones del metal sigue siendo alcista, aunque probablemente tienda a reducirse la pendiente de precios en el medio plazo, teniendo en cuenta que los análisis sobre el comportamiento futuro son inciertos; de hecho, hay analistas que sitúan el precio en 2000 y 3000 dólares/onza en el medio plazo, mientras que otros opinan que el oro tiene un uso industrial relativamente estable, y la producción de joyas no justifica la demanda actual del metal y sus precios. Hablar de burbuja especulativa es precipitado, pero los fundamentales no acompañan el interés inversor por los futuros sobre el oro.