Rentabilidad del IBEX frente a la inmobiliaria

Este argumento utilizado por aquellos que creían fielmente en la generosidad de la inversión inmobiliaria a largo plazo se ve refutado. Si la misma cantidad invertida en un fondo que replique el IBEX se hubiese dejado madurar entre 1994 y 2007, la rentabilidad sería del 579%, mientras que la inversión inmobiliaria habría dado un nada despreciable 246%. La misma operativa realizable en un tipo de inversión es realizable en el otro, con una diferencia esencial: la liquidez. La inversión financiera goza de una facilidad mucho mayor para deshacer posiciones sin grandes pérdidas, mientras que el mercado inmobiliario tiene rigideces que complican la desinversión y más en períodos de exceso de oferta como el actual.
Como siempre, la diversificación es esencial para proteger el patrimonio invertido, y los activos no correlacionados aportan estabilidad. La inversión inmobiliaria ha tenido un crecimiento enorme y ha provocado una burbuja en los precios que tardaremos en digerir, por las rigideces antes comentadas, y la vuelta a la rentabilidad será paulatina y a niveles más racionales. Muchos inversores habrán aprendido la lección y no volverán a entrar en un mercado recalentado, sobre todo al final de ciclo; "dejar que el último euro lo gane otro" es uno de las claves que utilizan los inversores profesionales en las finanzas, y esto hay que aplicarlo al mundo inmobiliario.