
Como podemos observar en el gráfico adjunto el dólar ha mostrado una gran volatilidad durante el año que hemos dejado. Hemos pasado de niveles de 1,25 dólares/euros hasta los 1,50 de mediados de noviembre de este año, lo que supone un 20% de depreciación respecto a la moneda europea. Esta pérdida de fortaleza no es sólo con el euro, sino con prácticamente todas las monedas importantes. Una de las razones por las que se ha producido este fenómeno son los bajos tipos de interés en los Estados Unidos que utilizan los operadores para hacer operaciones de
carry-trader, que consiste en pedir créditos en dólares para invertir en monedas donde los tipos son más altos. Por ejemplo, en octubre el euribor a tres meses se situaba en el 0,74% mientras que la misma referencia en el mercado norteamericano era del 0,28%. El diferencial de tipos de interés compensa el riesgo de la divisa. Un dólar depreciado es bueno para mejorar la competitividad de las exportaciones de las empresas estadounidenses, pero a la vez supone una pérdida relativa de competitividad para el resto de países. Por ello, teniendo en cuenta que EEUU es el mayor consumidor de productos de muchos de estos países, sus bancos centrales han tenido que intervenir para intentar frenar la depreciación del dólar frente a sus monedas. China por ejemplo ha mantenido de facto el tipo de cambio frente al dólar desde julio del año pasado. De igual manera, el resto de países asiáticos que necesitan exportar a EEUU han tenido que intervenir para no perder competividad de sus productos frente al gigante asiático. Otros países han puesto en marcha medidas menos ortodoxas como la tasa Tobin en el caso brasileño. Este país ha decidido aplicar un impuesto a todas las operaciones de entrada de capital a corto plazo para así poder frenar los flujos de entrada de dinero que están apreciando el real frente al dólar. Todas estas medidas, más las expectativas de crecimiento económico para el año 2010 de la economía americana, hacen pensar en una subida de tipos y una vuelta de capitales hacia la divisa estadounidense, que se ve representada en la apreciación durante el mes de diciembre de la cotización USD/EUR.